Aulas en la Calle
PATADEKABRA
¡ABRAKADABRA...!
Iré creando conforme hable
Intervención educativa de magia y humor, para la reivindicación y visibilización de los derechos de niñas y niños.
Realizada por las alumnas y alumnos de 1º Y 2º CFGS de Educación Infantil del IES Mediterráneo, en los Colegios Atalaya y José María Lapuerta.
Es un secreto que casi nadie sabe, pero hay unas pocas y afortunadas personas en el mundo que conocen los misterios de saberes atávicos. Se tratan de unos magos y magas que han heredado toda la sabiduría y la magia de seres que creemos fantásticos. Tenemos la suerte de conocer a estos magos, pues han ido a los colegios Atalaya y Jose María Lapuerta, en Cartagena.
Con motivo del Día Internacional de los Derechos de las Niñas y Niños, los Ciclos de Grado Superior de Educación Infantil del IES Mediterráneo quisieron visibilizar que, los niños y las niñas necesitan que las personas adultas les protejan, les cuiden y les provean de un mundo donde puedan crecer sanos, dignos y con alegría. Por ello y para conseguir protección, es preciso que todos los seres del planeta unamos nuestras fuerzas y todos los medios que tengamos a nuestro alcance, incluida la magia.
A lo largo de toda una mañana, las magas y magos herederos de la sabiduría ancestral de brujas, duendes, ninfas o hadas reivindicaron el derecho a la salud, a un hogar digno, a los cuidados o al medio ambiente. Para ello, hubo magia, humor, música, baile, sorpresa, risas, reflexiones y un reto: conseguir hacer un talismán gigante que protegiera el colegio.
Como hilo conductor, quisimos que nos acompañaran un puñao de ratones coloraos, esos duendes que habitan en Murcia y que hacen carantoñas y cabriolas a los niños y niñas para hacerles reír.
Finalmente, conseguimos hacer ese talismán protector que, en la antigüedad, tenía poderes curativos. ABRAKADABRA (“Iré creando conforme hable”).
Como siempre, vaya por delante, el agradecimiento a todo el personal (directora y director, seños y conserjes) de los dos colegios por su maravillosa acogida y ayuda; también a las y los futuros educadores infantiles, por sus horas de trabajo, su esfuerzo, su alegría y el amor a la que será su profesión. Por supuesto, a las niñas y niños que siempre nos sorprenden y de los que nunca dejamos de aprender.
